Bebamos para que el tiempo duerma de nosotros.
Para que el alcohol haga estallar en trozos inermes
Todos los espejos de todos los dolores.
Bebamos y que la pena navegue en gotas
Los mágicos estuarios que urden las neuronas.
Que las palabras se encarnen como anzuelos en los labios
Y una erupción de sentidos desterrados
A borbotones se confunda en la boca.
Bebamos y que los ojos disparen rayos rojos
Que borren los contornos de todas las siluetas.
Y que las manos descubran tocando a tientas
La fragilidad de lo hondo y lo mismo.
Bebamos y simulemos que existe el arte
De tallar a voluntad la forma del olvido.
martes, 5 de marzo de 2013
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