domingo, 6 de enero de 2013
Demencia I
El mundo es una secuencia de espasmos,
de impresiones ilegibles y obscenas,
un fulgor de asaltos como tijeras,
un vértigo de pellizcos y de hiatos.
La noche que cobijan los cansados
Ojos, saturada de antorchas negras,
Reniega de razones y sospechas
Y hunde la carne en el desamparo.
Una turba de voces y de gestos
Indescifrables sitia con ociosas
Piedades la infinitud del invierno.
Acaso ya descosido el idioma
De la urdimbre del símbolo y del tiempo
Sólo perdura del eco la sombra.
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