Solos

Sin otra voz, otros ojos, otras sentencias.
Un silencio incompleto y quizás por ello
Más indolente y eficaz.
Libros, ansiolíticos y la astucia
Que requiere suspender la espera.
Mirar el mosquitero, mirar afuera.
Las geometrías soleadas que crean las sombras.
Sospechar de los pasillos, las paredes, los zócalos.
Afirmar la invisible infinitud de este laberinto escaso
Para conjurar la trama perfecta de los relojes.
Tejer con exactitud y sin ambición
Todas y cada una de las acciones mínimas
Que habitan nuestra ausencia.
No leer los espejos.
Acariciar, tocar, las superficies planas
Con mecánico e incierto asombro.
Mirar afuera.
Sin otra voz, otros ojos, otras sentencias.