San Agustín, si mal no recuerdo, decía que el pasado sólo es en virtud de ya no ser, que el futuro sólo es en virtud de que será y que el presente sólo es en virtud de que sistemáticamente está dejando de ser. La realidad concedida al tiempo, su estructura y medida era una operación del alma, la conciencia, o ese largometraje hecho no de fotogramas sino de chispas que estudia la neurociencia.
¿Que es la muerte? El fín de una de las formas en que la materia y la energía se organiza. Pisar una hormiga también es producir el fín de una de las formas en que la materia y la energía se organizan. Es decir, una metamorfosis.
Cuando hablamos de muerte no hablamos de ello, hablamos de la antesala de la muerte o de la consideración de la muerte.
La antesala es el período gobernado por la previsibilidad de la muerte, por ejemplo, determinada por una enfermedad o por ese estado de deterioro del hardware que llamamos vejez.
La consideración de la muerte corresponde a tropezar con o evocar la pregunta: ¿no sería acaso menos doloroso, más económico y limpio dejar de vivir? Siempre se trata de una pregunta individual, que no compromete al grupo ni a la especie, sólo a nuestra subjetividad.
Hay una razón casi irrevocable para descartar el suicidio: siempre lo podemos hacer mañana. Las razones para no esperar hasta mañana las reservo por cuestiones legales.
2 comentarios:
siempre existencialista usted...!Saludos desde Bahìa.
nikkita se pone las botas rotas, hace un atadito y camina a lo largo de las vías...
Publicar un comentario