jueves, 16 de julio de 2009

catarsis de otoño

Espiar de lejos de noche las chispas
De una fogata. Vestir el antiguo
Y descompuesto reloj de bolsillo
Que heredé de mi abuelo o la chalina
Blanca al cuello y el sombrero de fieltro
Y andar por la calle como si nada.
Sentarme bajo el sol en una plaza
Y juzgar con aplicación el cuerpo
De las mujeres. Revolver las góndolas
En las librerías de saldos y usados.
Endulzar apenas el café amargo
Con unas gotas de licor de rosas.

Caminar sin perder el equilibrio
sobre los rieles de una vía muerta.
Conceder mi mano a una adivina
y recelar de todos sus auspicios.
Arrastrar los pies sobre una vereda
cubierta de hojas secas y amarillas.

1 comentario:

Nikka Scalper dijo...

y mirar la luz rasante
y mantecosa
de estos días
a través de la ventana
del
invierno