jueves, 13 de noviembre de 2008

Calor

El sol acontece pero no es sol,
Es radiación.
La paciencia no es paciencia,
Es lentitud, dejadez,
Resaca de un vicio desapercibido.
El aire húmedo es palpable
Como una paranoia justificada.
La vegetación del suburbio languidece,
Chilla.
Los insectos noctámbulos multiplican
Destinos impredecibles, caóticos.
El agua adquiere un carácter ritual
Hasta en los charcos.
Las musas repiten
Aspas de ventiladores,
Tomacorrientes,
Vasos opacos de vidrio grueso
Y telarañas inmóviles.
Los cuerpos presienten habitar
Una víspera infinita.

2 comentarios:

Germán dijo...

muy bueno...Saludos sureros.

Natalia Molina dijo...

Qué bueno llegar de trabajar y poder leer un poema como el tuyo.
Saludos.